Elegir un buen modelo entre las mejores sillas gaming del mercado puede resultar una tarea realmente complicada debido a la gran variedad que existe.
De hecho, es bastante difícil hacer una elección, especialmente si eres novato o principiante. Tantas marcas, modelos, colores, texturas... es muy sencillo perderse y dejarnos llevar solo por el mejor precio o el diseño más molón.
Sin embargo, si tienes en cuenta algunos aspectos y criterios importantes a tener en cuenta, el proceso será mucho más sencillo.
Cuando buscamos una buena silla gaming tendremos que mirar varios aspectos fundamentales.
Para los ojos no entrenados pueden resultar sillas similares, pero hay una diferencia importante entre utilizar una silla de juego y una silla de oficina normal.
Las sillas gaming están pensadas para la ergonomía total, empleando para ello diseños llamativos, con fantásticos acolchados y mil y un ajustes que una silla de oficina no tendrá.
Están hechas para proporcionar la forma más ergonómica y cómoda posible de sentarse frente al ordenador o televisor. Por esta razón, emplear una silla de juego es más saludable a medio y largo plazo si vamos a pasar muchas horas sentado en ella.
Están diseñados con materiales especiales que no dañarán tu espalda y con características ergonómicas que te ayudarán a aliviar el dolor muscular de las largas sesiones de juego. Una parte ergonómica de una silla de juego son los reposabrazos. Los reposabrazos están montados en la silla y son partes móviles.
El reposabrazos proporciona apoyo a los brazos permitiendo el descanso cuando no estamos sujetando el mando de juego. Los reposabrazos suelen ser ajustables y regulables para encontrar la posición adecuada a cada tipo de jugador. No todos tenemos la misma altura o peso así que encontrar el ajuste ideal será fundamental.
Partamos de la idea de que no existe la silla de juego perfecta, pues si existiera... solo se vendería esa. :) Lo que si tienes que buscar es TU SILLA. Esa que te entra por los ojos, que te gusta, que te resulta cómoda y te permite jugar olvidándote de que estás sentado.
Al final la mejor silla es aquella que nos permite pasar largas sesiones de juego "sin darnos cuenta"... sin dolores de espalda o cuello que nos recuerden que la silla sobre la que estamos no es la ideal.