Con el buen tiempo llega el momento de poner en forma nuestro mobiliario, y proteger nuestras mejores sillas de madera es fundamental para garantizar su durabilidad.
Barnizar es la forma más sencilla de proteger una silla de madera de las inclemencias del tiempo, sol, calor, lluvia y darle un aspecto nuevo o incluso un aspecto radicalmente diferente al original.
Vamos a realizar un trabajo que levanta algo de polvo y puede manchar, pues trabajaremos con lijas y productos, así que antes de lanzarte a trabajar deberías proteger tu zona de trabajo con un plástico para garantizar que no estropeemos otras cosas. Una zona bien ventilada ayudará a que el olor de los productos químicos no sean molestos.
Si nuestra silla tiene una capa anterior de barniz es bueno saber que debemos eliminarlo para tener un acabado perfecto. Para ello tenemos lijar con una lija de grano medio nuestra silla, bien manualmente o ayudándonos de una lijadora.
Con ayuda de un paño ligeramente humedecido retiramos todos los restos de virutas y polvo que pudieran quedar, así dejaremos nuestra silla de madera preparada para el siguiente paso.
Utilizaremos un producto llamado tapaporos que cubrirá todas las imperfecciones que nuestra silla pudiera tener, esto hará que el barniz agarre todavía mejor y el resultado final sea impecable.
¿Creías que solo hay un tipo de barniz?... mmm, siento decirte que hay que elegir el mejor barniz para nuestra silla de madera.
Posiblemente el más popular y más utilizado. Es resistente y genera una capa "dura" que protege nuestro mueble. Muy utilizado para exteriores en muebles que se van a mojar o sufrir los rayos del sol.
Otro de los tipos de barniz más utilizados en la acrtualidad. Se puede llamar barniz al agua pues se puede disolver con enorme facilidad. No es tan resistente como el sintético pero ofrece gran aguante al tiempo.
Ofrece una gran resistencia a nuestras sillas. Aguanta altas temperaturas, roces y manchas, así que es muy utilizado en mobiliario de restauración.
Barniz natural muy utilizado para restauración de sillas. Se utiliza sobre todo en muebles que tienen una cierta antiguedad y para mobiliario de interior.
Según el aspecto final que queramos darle a nuestra silla, debemos fijarnos también en el tipo de acabado que queramos darle a nuestra silla. Según el caso será mejor un efecto brillo, mate, quizás un híbrido (semibrillo) y un potente lacado. Todo ello hará que nuestro mueble refleje más o menos la luz solar, así que es importante su elección correcta para aquellas sillas que estarán expuestas al sol.