Las sillas de plástico son realmente populares en las terrazas tanto de particulares como en locales comerciales (restaurantes, bares, chiringuitos de playa, etc.)
Son económicas, bonitas y ofrecen una relación calidad/precio excelente, además de tener una variedad de formas y colores que no encontramos en otros materiales.
Su mantenimiento es realmente sencillo, pues el plástico es muy fácil de limpiar.
Muchas veces un simple paño húmedo y un poco de jabón será suficiente para dejarlas relucientes después de cada uso o de estar una temporada sin utilizar.
Si es cierto que son más sensibles a agentes externos como el sol, y si están mucho tiempo expuestas al aire libre es fácil que acaben agrietándose o perdiendo algo de color.
También puede servir utilizar algún tipo de funda para silla, que ayude a protegerla de los rayos UV. Existen muchas que son acolchadas, que además de proteger sirven para hacer que el uso de la silla sea algo más agradable.
Existe una solución que ya utilizaban nuestras madres y abuelas que suele ser infalible para mantener en perfecto estado nuestras sillas. Se trata de utilizar una mezcla de vinagre, detergente y bicarbonato de sodio.
En un recipiente añade 1 2/3 tazas de bicarbonato de sodio, 1/2 taza de jabón líquido y 2 cucharadas de vinagre blanco junto a 1/2 taza de agua. Mezcla todo muy bien y ya tendrás listo el preparado para limpiar.
Utiliza un estropajo suave y dale sin miedo a toda la superficie. Esta mezcla es una solución excelente para eliminar la grasa, marcas de jabón y otro tipo de suciedad de nuestras queridas sillas.
Después aclara con abundante agua (dale sin miedo con manguera o con pistola de agua a presión).
Hay personas que usan el amoniaco, pero es mucho más peligroso de manipular y más abrasivo con el propio plástico.